¡Tranquilo! No te inquités. En los tiempos más difíciles no tomés decisiones. Respirá, no perdás la calma. Por nada en el mundo te dejés llevar por la inquietud, la ira, la incertidumbre o miseria. ¡Tranquilo!
Sabé esperar, mirá cuándo actuar y cuándo no. Así tengás un tornado en frente, o un revolver en tu cabeza. La decisión es a su tiempo. No desmayés, ni desesperés. La solución puede estar allí, a la vuelta de la esquina.
No obligués las cosas, ni las tomés por la fuerza. Dejá que fluyan, dejá que los problemas cesen. Dejá que todo eso que llamás malo te haga aún más fuerte. ¡Ya! Dejá de hacerte tanto daño.
No le prestés tu atención a todo aquello que te está haciendo perder tu fortaleza. Es mas, convertilo en tu potencia. Estoy seguro que toda tu fortaleza ha sido construida por causa de los problemas.
Basta de hacerte el duro con vos mismo, permitite crecer, llorar y volver a levantarse. No apretés el gatillo, no entrés al tornado, ¡rodealo! Todo, absolutamente todo, tiene su solución, aprendé a esperar y a identificar.
Respirá, sí, otra vez y no perdás la calma. Dejate llevar por la esperanza, tené siempre el final en mente, y que sea siempre un buen final. No dudés de vos mismo. Nunca te culpés, no desistás, terminá de luchar.
Prestá atención a los amaneceres y atardeceres, y aprenderás de ellos. ¡Cuánta quietud! Viví, sonreí y llorá. Pero nunca te dejés morir.
Hoy, mientras ordenaba un poco mi cuarto, encontré una foto de mi vida universitaria. Tantos recuerdos, tantos amigos, buenos y malos momentos, noches sin dormir y hasta días durmiendo.
Y al recordar todo, una repentina y suave nostalgia llegó a mi rostro. Ya no era ese universitario. Ya no tenía esos buenos y malos momentos. Ni la gran cantidad de amigos, o al menos gente conocida, como lo solía tener.
Estando allí, vino a mi mente la gran pregunta que muchos me han hecho “¿qué es mejor, ser estudiante o ser un asalariado?” Y a todos les respondo, ambas. Y nadie me entiende. Por eso explicaré.
Soy de ese tipo de personas que pretenden disfrutar cada etapa de sus vidas al máximo, aunque yo solo las disfruto, nunca he llegado al máximo. Sin embargo, ése es mi ideal.
Ser estudiante tiene muchas ventajas, muchas aventuras y hasta comodidades. Ser asalariado también. Cuando era estudiante un día amanecía con más ganas de seguir durmiendo y lo hacía. Hoy, como asalariado lo puedo hacer, pero sé que existen más personas que dependen de mi decisión de quedarme dormido en casa, por lo cual debo ser responsable.
Yo amaba después de clases tomar una siesta(2 horas) durante la tarde. Sin embargo, esas dos horas ahora se conviertieron en algunos billetes de más. Que por bien no caen mal, y que ahora ayudan de mucho.
Todas las noches después de la oficina invierto tiempo en la cocina, en ver un vídeo, o hasta dos, de mi serie favorita, o simplemente llegar a dormir. Ya no hay una gran cantidad de tareas y quices que me persiguen a diario.
Tuve la ventaja de no trabajar y estudiar a la vez. Creo que hubiese sido bien agotador. Hoy tengo la dicha de ver que mi esfuerzo se ve bien reflejado en cada quincena. Y con esto no quiero decir que me llene el alma con dinero, pero es un mal necesario.
El dinero, si bien es cierto, es una representación símbolica para obtener lo que queremos que alguien más tiene y nosotros no. Y pues, obtener ciertos beneficios a diario, como comer bien, es algo que sí lo compra el dinero.
Algo que también disfruté de estudiante fue que las noches no eran tan solitarias. Había personas alrededor que sufrían al igual que yo. Todos compartíamos nuestras penas en cada evaluación.
Aprendí y lo sigo haciendo. No hay afán, nunca lo tuve. Eso me lo enseñó mi papá. “viva papi, viva. Pero con precaución”, siempre me lo dice.
Hoy a vos te digo lo mismo. No hay afán, y sé que cuando tenemos sueños queremos lograrlos al día siguiente. Pero, ¿qué pasa mientras no estamos soñando? Cuando estamos despiertos, ¿quién nos asegura que al final diremos, lo logré con mucha diversión de por medio?
No hay afán, no hay por qué salir rápido, tal vez para solucionar una mala situación en casa. No hay por qué correr. Pienso que se puede llegar al final viviendo una vida que no es de uno y se termina satisfaciendo la de alguien más, para mí eso es peligroso y a veces triste. No sé vos.
Viví, sí vos , viví pero con precaución. A eso me refiero a que todo tiene límites y cada límite nos dice que tan lejos podemos ir. Y que tanto quedarnos.
Y antes de irme, te digo que disfrutés y que vivás tus etapas en el momento. Un día a la vez que llaman. A veces me gustaría ser aquel estudiante. A veces no. Estoy aprendiendo y de eso se trata.
Cada etapa tiene sus propios buenos y malos momentos, amigos y enemigos, días y noches , tristezas y alegrías, hasta sus propios tiempos. No hay afán. Todo llegará en el momento y tiempo justos.
I got a lot of time thinking about to write this post. I was afraid because I am not a good English writer, not even a good one writer. I am just a young man trying to overcome his fears and failures.
I from Costa Rica and I am doing this because one of my wishes is writing something. Want to share my thoughts by the writing. So, I am starting, leaving all my fears and limitations behind of me.
I have read about start something really good and be good at something really inspiring. So this is me, trying to figure my life out. I will throw the chains and take the strength to do something really inspiring, at least to me, writing in English.
I want you to do the same. I want you to do the things you wanna do. Make your dreams come true. Have a lot of fun every single day. Kiss someone, hug people or just write a fool story.
It might be not a great story I am talking about, but to me it is important. Today I conquered my fear. Today I am taking the risks of writing something bad or just writing bad about something.
I want to inspire you to overcome your fears and make something inspiring, at least for you…