201 días duró nuestro amor
Ninguno de los dos arriesgó más. Yo no demostré bien mi amor, él no supo esperar más. ¿Dónde quedaron sus promesas? ¿Las mías? ¿Su paciencia? ¿Mis detalles? Lo acepto, me equivoqué por mucho tiempo. Pero no me equivoqué 201 días. ¿De verdad que nunca fue felíz conmigo? Pensé que hacerlo reir, darle mi tiempo, mi casa, mi atención, mis días, mi apoyo en sus proyectos fue suficiente.
Claro, faltaron más rosas y cartas. Le di chocolates, pero caricias con miedo a veces. Era cuestión de entendernos y yo lo hice… Aún no me acostumbro a olvidarlo. Creo que lo esperaré hasta al fin. ¿Lo amé lo suficiente? Eso que importa ya, ya no queda nada de su lado. Mis palabras, lo que pudo ser, pero fui evaluado en 201 días y no lo juzgo. Cada quien tiene sus propias métricas y creo que hubiese bastado menos tiempo para saber que no fui suficiente para él. Nunca lo fui.
Sus errores los amé, acepté su alegoría. Aún llevo conmigo su intensidad y poca paciencia conmigo. Eso hace el amor verdadero, cargar aún con nuestros errores. Errores que no se repetirán en el tiempo. Pero ahora no necesito más nada ya que su amor inmenso me ha iluminado. Si me creeyera una vez más, nos daríamos cuenta que no acabaremos más.
Mi pensamiento no depende de mi cuerpo. Ellos han hecho conmigo lo que han querido esos 201 días. Mi esperanza me dice que hay mucho entre los dos. Desearía que él también quiera vivirme, luchar por aún más y que sintamos lo que llevamos por dentro. Pero más que todo desearía que creyera en mí, esta vez y todas por venir. Sin embargo su corazón aún guarda esos 201 días en los que dice que nunca fue feliz. 201 días de rencor. ¿Entonces por qué no paró al día dos? “Nunca”, significa desde el día que nos conocimos.
No fue mi personalidad, ni por lo que transmití aquel 05 de noviembre. Fue su ideal, de otra persona sobre mí. Fueron 201 días en los que luché, primero en mi personalidad y segundo en crearnos una nueva. Pero no fue suficiente, no hubo reconocimiento a los intentos. No lo juzgo, él también estaba luchando, pero se cansó… Antes de tiempo o no, eso no lo sé.
Hoy solo quiero reencontrarme con todas las cosas que dejé botadas mucho antes de conocerle, como la escritura por ejemplo. Ahora tengo muchas más emociones y motivaciones para hacerlo. 201 días que me dieron una historia más para contar y dar conocer y que todos también puedan enamorarse de la vida, el amor y de otras personas.
201 días en los cuales querré escribir sobre un nosotros que ya no es. Ahora serán 201 lágrimas por día, por hora o por minuto. Hoy no son 201, son 254.

Lo sigo amando, aunque parezca tonto. El corazón no sabe detener esos sentimientos. La mente sí, pero después de estos 254 días aún mi mente no sabe cómo. Han pasado 53 días en los que todo mi cuerpo, toda mi alma, todo mi espirítu y todo mi corazón aún no saben como dejar su imagen atrás. No quiero que piense que me muero por él, aún sigo vivo sí, pero con un gran vacío dentro de mí. Y sé que el tiempo lo cura todo, ya de eso es muy trillado decirlo, pero sí. Poco a poco mi casa se irá llenando con otros recuerdos, otras historias, otras sonrisas y posiblemente otros amores. Tal vez menos de 201 días, o más, qué se yo. De hoy solo me preocupo, ya mañana traerá su propia desdicha.
Que sea muy feliz, que pueda tener más de 201 días y que pueda encontrar su felicidad donde sea, ya que yo no fui suficiente para darsela aunque yo ya era muy feliz.